Si durante un momento en nuestras vidas nos cuidamos ese es sin duda cuando estamos embarazadas. Normalmente los hábitos tienden a cambiarse, intentas alimentarte mejor o moverte algo más.
A nivel emocional, el embarazo suele ser un periodo emocionalmente complejo, por más que desees a tu bebé, se mezclan sentimientos, emociones, incertidumbres, ilusiones y miedos… que poco a poco se van afrontando. Si es tu primer embarazo no será igual que si has tenido hijos anteriormente o pérdidas, o bien si llevas intentando quedarte embarazada durante mucho tiempo.
Por tanto, seamos francas, ¿quién puede llevar un embarazo “zen” en el que está totalmente tranquila, equilibrada, descansada, durmiendo lo necesario y serena todo el tiempo?. Pues bien, efectivamente muy pocas. Lo natural, aunque se lleve bien, es que el embarazo en sí mismo sea un evento vital estresante. O por lo menos, en algún momento. Por eso nos preguntamos,
¿Cómo afecta lo vivido en el embarazo al futuro hijo/a? ¿Influye? ¿En qué medida?